Investigación

Personas, Empresas e Internet

Personas, Empresas e Internet

Por: Ricardo Toledo

LAS PERSONAS

Hace años un amigo me manifestó que se separaba de su esposa al haber descubierto que usualmente mantenía conversaciones con “su competencia” por el Messenger, ella formaba parte de los millones que se relacionan a partir de sólo palabras, que no conocen fronteras, distancias ni rostros.

Viviendo en la exageración, en Puerto Rico una fémina mató a su esposo que le incriminó el uso del Facebook, si bien había antecedentes previos de sus conflictos, fue éste el detonante.

Una observación simplista, ágil y perversa de un periodista, al establecer que dos asesinos Anders Breivik en Noruega y James Holmes en Aurora, Colorado no tenían perfiles de Facebook, concluyó que todos los que no lo tenían, podían ser etiquetados como psicópatas (trastorno antisocial de la personalidad).

Para marcar diferencias, la Sociedad Sicológica Australiana, a partir de Mayo del 2013 incluirá la expresión “desorden de uso de internet” en el Manual de Diagnóstico y Estadísticas de Trastornos Mentales de dicho país, para catalogar así, su uso desmedido.

Finalizando con las personas, en el Perú las elecciones para Presidente de la República se realizarán el 2016, se conoce que las campañas tendrán que adecuarse a la potencialidad de las redes sociales. Hoy para efectuar un paralelo, que será mucho más complicado sólo mañana, ante lo vertiginoso del cambio de las tecnologías de la información y las comunicaciones, en Venezuela, para las presente elección presidencial, tanto Hugo Chávez como Henrique Capriles han recurrido a ellas, dicho país cuenta según su Comisión de Telecomunicaciones con 12.1 millones de internautas (el 41% de la población) y según la SocialBakers, 9.7 millones de usuarios pertenecen a Facebook. Un foro efectuado por Capriles, congregó a 16 000 usuarios en el Twiter, los últimos 7 meses le han significado un crecimiento de 157 000 personas de seguidores de su página por mes en promedio. No se ignora tampoco, que el segmento más pobre no se puede conectar a Internet.

El uso de todo lo que significa el uso de internet por las personas podemos suponer que tiene un ciclo de vida, es relativamente nueva, estamos en su crecimiento exponencial y aún no se visualiza su estabilización, menos su decrecimiento.

LAS EMPRESAS

Una conclusión igual que la perversa comentada para las personas, podría afirmar qué Empresa que no está en Internet no puede ser competitiva. La participación en Internet, son formas para poder medirla pero de explicarla. Si lo pueden hacer muchas empresas es posible que mejoren y puedan extender sus mercados, sus ventas y consecuentemente sus utilidades. Pero el hacer de todos no es diferencial por lo tanto no significa una ventaja competita.

Este espejismo es aclarado por la genialidad de Michael Porter, quien afirma que Internet no puede considerarse una ventaja competitiva, aboga por haber generado criterios que pasados los años son verdades incólumes subsistiendo sus cinco fuerzas competitivas. Resulta más interesante aún saber que Porter manifiesta que en competencia: “La estrategia, no es cuestión de ser los mejores, la estrategia es cuestión de ser únicos”.  Niega la existencia de los mejores y la desconoce como buena práctica empresarial.

PERSONAS Y EMPRESAS

Y volviendo al hombre, tendrá que pasar el tiempo para poder decir si Internet hizo mejores o únicas a las personas. Sí, se ha demostrado que su actuar permite medir indirectamente a los mejores o únicos, incluyendo a las empresas, pero es eso: indirectamente, no constituye la causa. Para las empresas el participar en el ciberespacio no explica su competitividad, al fin, es propio de una sociedad de datos pero no de información, menos de conocimiento.

 

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